domingo, 7 de septiembre de 2014

PEQUEÑA DISERTACIÓN SOBRE LA VARIEDAD APRECIATIVA DEL ARTE CONTEMPORÁNEO


Carlos Cruz-Diez "Couleur Additive", 2007 (Cortesía del Artista)

 
 
 
En los últimos años esto que ahora comentaré me sucede con bastante frecuencia. Veamos: hay corpus de obras (más que "artistas", humanamente hablando) que no me interesan absolutamente nada, intelectual y discursivamente analizadas, al igual que si fuera un coleccionista de altos vuelos tampoco entraría en mi casa un tipo de obra que "padeciera" esta disfunción apreciativa. Por poner un ejemplo: la obra de Carlos Cruz-Diez, y ello por tratarse de un artista realmente importante en el arte internacional desde los años cincuenta del pasado siglo. Lo curioso del asunto, o lo dramático, por no decir absurdo, es que cada vez que veo una obra del artista venezolano, y últimamente he visto varias imponentes, no tengo más remedio que rendirme ante el innegable encanto visual de estos trabajos. Digo más: !!! Me parecen realmente muy bellos !!! Lo que planteo, o me planteo a mí mismo, es la extraña cualidad diferenciadora (y que no sé muy bien como desarrollarla) entre rechazo intelectual (o crítico/teórico) y la voluptuosa y placentera sensación que indefectiblemente me producen estas obras. Por supuesto, asumo que el "problema" lo tengo yo, no el artista que hace (y lo hace muy bien) lo mejor que le otorga y permite su ingenio creativo. He puesto un ejemplo concreto, y únicamente por unir la situación expuesta a un peso pesado de la plástica mundial, pero con total sinceridad también me ocurre con no pocos artistas españoles que visualmente me gusta mucho contemplar su producción, y disfruto con ella, pero que llegado el caso me constaría horrores "defenderles" en una crítica o un texto de presentación. Tengo mis dudas (muchas) sobre esta extraña variedad de apreciación estética. En ocasiones pienso que es una importante conquista más de la Vanguardia ("me encanta y me divierte lo que hace, pero ni loco compraría una obra suya"), pero quizás sería más correcto hablar de "abertura" más que de propiamente "conquista", o de una admirable y muy civilizada "separación de bienes y poderes" entre lo visto y lo pensado, o entre lo alegremente contemplado y aquello que se le agrega un plus de análisis especulativo. En otras ocasiones, ya digo, pienso que el único "discapacitado" es quien escribe este comentario, y que tan bizarra y rara situación únicamente la sufro y padezco yo.

(Publicado originalmente en Facebook el 07/09/2014)

No hay comentarios:

Publicar un comentario